Mundos paralelos: El pescador y la mina de oro.
Había una vez un pescador que dentro de su propiedad tenía un pequeño lago donde todos los días pescaba un par de peces, los cuales vendía en el mercado del pueblo y con el dinero que hacía diariamente se podía mantener a él y a su pequeña familia sin dificultades.
Un día cuando el pescador regresó a su casa del lago luego de pescar, se encontró con que allí lo esperaba un hombre misterioso vestido con un traje negro y con un maletín del mismo color que le ofreció comprarle el lago por una suma de dinero multimillonaria, ya que, según el hombre misterioso, debajo del lago se encontraba una mina de oro que los haría al él y al pescador los hombres más ricos del planeta.
El pesacador, luego de escuchar la propuesta, pidió un tiempo para pensarlo antes de dar su respuesta, y durante ese tiempo, pensó como ese lago había permanecido en la familia por generaciones, en lo cómodo que estaba con su vida diaria y lo felíz que era pescando y vendiendo su par de pescados todos los días en el mercado del pueblo; pero también considero que si vendía el lago, su vida cambiaría drásticamente, tendría dinero suficiente para irse a vivir en una gran ciudad, no tendría que trabajar más nunca y podría llevar una vida llena de lujos.
¿Qué debería hacer el pescador?
El pescador no vendió el lago y siguió con su vida como la conocía.
El pescador al valorar lo feliz y cómodo que estaba con su vida, decidió no vender el lago que había pertenecido a su familia desde hace décadas, y siguió con su vida diaria, como si aquel hombre misterioso con aquella loca propuesta nunca hubiera pisado su casa.
5 años después, al pescador le dio una extraña enfermedad que le impidió seguir pescando y seguir su vida rutinaria; pero al ser una enfermedad nueva y desconocida, los médicos todavía no habían inventado una cura o un tratamiento para la misma, por lo que un par de meses después, el pescador murió a causa de la enfermedad, dejando a su familia sin el único sustento que tenían: la venta de los peces que él pescaba cada día.
El pescador vendió el lago y cambió su vida drásticamente
El pescador, luego de tomar la decisión de que no podía perder esa gran oportunidad, vendió el lago y con el dinero que recibió se mudó a una gran ciudad, donde se compró un edificio entero para vivir y un vehículo último módelo.
5 años después, mientras se encontraba viajando por el mundo, al pescador le dio una extraña enfermedad que le hizo cancelar su viaje; pero al ser una enfermedad nueva y desconocida los médicos todavía no habian inventado una cura o tratamiento para la misma; sin embargo, al ser multimillonario, el pescador invirtió mucho dinero en la investigación de la enfermedad y tras un par de meses de exhaustiva investigación, los científicos encontraron un tratamiento para la enfermedad, que a pesar de que no curó al pescador por completo, lo mantuvo vivo por un par de décadas hasta que murió de viejo y al morir le dejó a su familia su gran fortuna y las regalías que todavía producía la explotación de la mina de oro que yacía debajo del lago.